martes, 25 de enero de 2011

Viaje. Tristan Tzara


Viaje

Derrúmbate casa tardía
sobre la tumba de una muchacha;
por el humo lentamente deshilachado
por el cielo manchado y por las gallinas presurosas,
la lluvia nos envía señales
quisieras encontrar pobres con canas para darles limosna

Tus ojos son demasiado grandes, tus labios están fríos
Preguntas raras veces al espejo si eres de su agrado
Aquí hay cuatro hombres decididos a irse
hacia cuatro lugares desconocidos

En el camino hay plantaciones de amapolas, hay chopos por relámpagos
Hay puentes echados sobre ríos imperiales
sobre arena amarilla como el azufre donde no crecen
ni las malas hierbas en las faldas de las montañas hay aldeas nuevas y limpias
con aves en el corral, con frutas en los jardines
con campanarios, molinos de viento, patios de terratenientes
al borde de la tierra las colinas están rotas
hay trilladoras y graneros con cereales

En la pequeña estación donde bajaremos nosotros solos
nos está esperando el viejo cochero
me preguntarás por aldeas y ventas en el camino
por cosas a las que no te contestaré porque no lo sé

Viviremos en una casa con tejado de junco
en el que anidan las cigüeñas
recibiremos huéspedes, visitaremos al alcalde, la escuela
haremos colección con los insectos del cielo

En nuestro bosque hay osos, ardillas, ciervos.
La casa del guardabosques está vacía
desde ahí veremos toda la aldea
y esperaremos el correo de Dumbraveni.

Estoy viajando, sin fin, en este tren con una enferma de nervios
como no se salva uno de la profundidad de las ciénagas y de las malas hierbas.


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