A veces dudas y quieres
saber si aún hoy nos queremos
Preguntas cómo sabemos
que aún te quiero y que me quieres
Di ¿Y cómo estás tan seguro
de que mañana estaremos?
¿Seguro que mantendremos
este amor en el futuro?
¿Y si todo ha terminado
y si ya todo es rutina
y si este amor se termina
y ya no estás enamorado?
Me preguntas y suspiras
por los caminos de antaño
Mirando atrás te haces daño
Di mi amor, ¿Por qué no miras
que hoy aquí estamos? Mis manos
te tocan por vez primera
y también es la primera
vez que me tocan tus manos
La duda quiere hacer mella
sembrar la desconfianza
no sabe que una alianza
nos une como una estrella
No se vive del pasado
ni tiene ningún sentido
vivir de lo que ya ha sido
ni estar por haber estado
Tú y yo somos un presente
un fuego que no se apaga
una luciérnaga maga
que ilumina nuestra frente
Nuestro amor es un velero
que no necesita alimento
tan solo requiere el viento
que sopla un beso sincero
No somos ya los de antes:
Ahora somos los de ahora
los que en esta misma hora
juran seguir siendo amantes
Ya no mires hacia atrás
aquellos dos eran otros
nunca más serán nosotros:
Ahora somos mucho más
No te hacen falta las fotos
para recordar ayeres
que no viven los quereres
de mirar papeles rotos
Sí. Ahora somos diferentes
porque ambos somos un río
que va de tu corazón al mío
fluyendo y tendiendo puentes
Si hoy estoy enamorado
no es porque lo estuve un día
mi pasión y mi alegría
no comen de mi memoria
mi amor no entiende de historia
solo entiende el día a día.
Nuestros cuerpos enlazados
cuando hacemos el amor
disolverán tu temor,
Este amor de hoy es mejor:
Seguimos enamorados.
David Manzanera Pastor
viernes, 2 de septiembre de 2011
jueves, 18 de agosto de 2011
La crisis (I). David Manzanera
No ves que a mí me da lo mismo.
La crisis, el subsidio, la bolsa, los mercados
la cola del INEM que da vuelta a las esquinas
donde cada vez hay más putas y menos trabajo,
el crack de Wall-street, el G-20, los terroristas.
Yo aquí estoy de pie sosteniendo nuestra antorcha.
Los políticos y sus cuentos
Los economistas y sus cuentas
El dinero que no alcanza,
la llave que perdí y no tengo para hacer una copia
y dejo la puerta abierta y entran cucarachas
y a ti te da asco,
el euríbor, el déficit, que suba el iva.
No ves que me trae sin cuidado.
Yo aquí estoy sobrevolando la miseria
desde la fortaleza flotante que he construido
para los dos con retazos de tus estallidos de risa.
Yo no me rindo, no me resquebrajo:
Yo no quebraré como los bancos
ni con un terremoto como el de Haití
dejaría que se cayera nuestra casa
mientras tú estés dentro.
Ya pueden clavarme
mil cuchillos en la axila
que este fuego no lo suelto,
mandarme al paro,
cortarme el gas, la luz, el agua, Internet
y las dos córneas de los ojos:
te seguiría mirando hasta que se termine el universo.
Me da absolutamente igual.
Si es inhumano lo siento.
El hambre de África, las selvas taladas,
la extinción del orangután de Borneo y del atún rojo,
la fusión de los polos, que suba el nivel del mar
–Mejor, así llegaré antes a la playa
paseando contigo, siempre contigo-,
El aire de náusea de las ciudades
-Yo respiro sólo de lo que tú exhalas-
El triunfo del desarrollo y del alquitrán
sobre la sencillez de los bosques
y los pastores de ovejas.
Todo eso no me importa y va muy en serio.
A mí me importas tú.
Que sigas propagando tu risa por el mundo
como una pólvora de perlas.
Que continúes paseando por las aceras
para hacer crecer la yerba.
Que me escribas mensajes al móvil diciéndome
¡Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida!
Que dormida en un sueño me abraces
y me digas Te quiero
y al día siguiente ni te acuerdes,
Que salgas a la calle y se giren las plantas a mirarte,
y dándose empujones minerales
comuniquen por toda la tierra,
a través de sus raíces,
¡La que nos da la vida ha despertado!
Mientras tenga todo eso te juro
por lo que más quiero en el mundo,
o sea,
por esa porción mágica de materia divina
donde canta tu sangre,
que para mí la crisis se puede ir al fondo del océano
donde mora el petróleo,
absolutamente a tomar por culo.
Yo seguiré habitando el paraíso
porque tú,
simplemente,
existes.
La crisis, el subsidio, la bolsa, los mercados
la cola del INEM que da vuelta a las esquinas
donde cada vez hay más putas y menos trabajo,
el crack de Wall-street, el G-20, los terroristas.
Yo aquí estoy de pie sosteniendo nuestra antorcha.
Los políticos y sus cuentos
Los economistas y sus cuentas
El dinero que no alcanza,
la llave que perdí y no tengo para hacer una copia
y dejo la puerta abierta y entran cucarachas
y a ti te da asco,
el euríbor, el déficit, que suba el iva.
No ves que me trae sin cuidado.
Yo aquí estoy sobrevolando la miseria
desde la fortaleza flotante que he construido
para los dos con retazos de tus estallidos de risa.
Yo no me rindo, no me resquebrajo:
Yo no quebraré como los bancos
ni con un terremoto como el de Haití
dejaría que se cayera nuestra casa
mientras tú estés dentro.
Ya pueden clavarme
mil cuchillos en la axila
que este fuego no lo suelto,
mandarme al paro,
cortarme el gas, la luz, el agua, Internet
y las dos córneas de los ojos:
te seguiría mirando hasta que se termine el universo.
Me da absolutamente igual.
Si es inhumano lo siento.
El hambre de África, las selvas taladas,
la extinción del orangután de Borneo y del atún rojo,
la fusión de los polos, que suba el nivel del mar
–Mejor, así llegaré antes a la playa
paseando contigo, siempre contigo-,
El aire de náusea de las ciudades
-Yo respiro sólo de lo que tú exhalas-
El triunfo del desarrollo y del alquitrán
sobre la sencillez de los bosques
y los pastores de ovejas.
Todo eso no me importa y va muy en serio.
A mí me importas tú.
Que sigas propagando tu risa por el mundo
como una pólvora de perlas.
Que continúes paseando por las aceras
para hacer crecer la yerba.
Que me escribas mensajes al móvil diciéndome
¡Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida!
Que dormida en un sueño me abraces
y me digas Te quiero
y al día siguiente ni te acuerdes,
Que salgas a la calle y se giren las plantas a mirarte,
y dándose empujones minerales
comuniquen por toda la tierra,
a través de sus raíces,
¡La que nos da la vida ha despertado!
Mientras tenga todo eso te juro
por lo que más quiero en el mundo,
o sea,
por esa porción mágica de materia divina
donde canta tu sangre,
que para mí la crisis se puede ir al fondo del océano
donde mora el petróleo,
absolutamente a tomar por culo.
Yo seguiré habitando el paraíso
porque tú,
simplemente,
existes.
domingo, 7 de agosto de 2011
Yo no tengo feisbuc. David Manzanera
YO NO TENGO FEISBUC
Mi vida solo
y solo
la comparto contigo.
Qué es eso
de poner fotos de nosotros siendo felices
en una red virtual
menuda grosería.
Se nos roban el alma
como dicen los indios,
con tanta gente mirando desde la globalización
cómo nos besamos en aquel desierto
donde enterramos papeles con deseos
para ver si se cumplían
¿Tú te acuerdas?.
Los recuerdos, por suerte,
ésos no pueden subirse a Internet.
Por favor no lo hagas más.
No es que tenga el copyright,ni los derechos
es por puro respeto
a esta felicidad de castillo de naipes
que construyo para dos en la tormenta
y que es nuestra solo nuestra solo nuestra
Sabes que el amor es una llama de cerilla,
que tiembla
y siempre amenaza con desaparecer
y a veces sólo yo pongo la mano alrededor
parando el viento
como una cueva de carne esperanzada
que custodia el único fuego que importa,
para que no se extinga para siempre.
Otros prefieren siete mecheros un euro.
Con gas y mecanismos modernos,
y si uno no funciona, pues lo tiro y otro.
Yo no.
Por favor.
Tú eres mi única cerilla.
Te encontré en la calle y si nos apagamos me moriré de tan oscuro.
Para mí es importante.
Te lo ruego.
Que nuestras fotos no se multipliquen por el mundo
tengo miedo de que se dispersen demasiado
y pierdan el color del arcoiris
que formamos juntos
-ése que ojalá pudiera ponerte a las puertas de casa,
cuando sales a la calle y dices “mierda, llueve”-
Mi vida contigo es mi mundo.
De modo que no te lleves nuestra alegría lejos,
a todos esos rincones
a donde ya no llegan las cartas escritas a mano
Cuelga otras cosas, no sé,
chistes, vídeos, citas de cantantes de rock muertos.
Pero no, lo nuestro no: lo nuestro no.
Bastante me cuesta ya
clavarme tu recuerdo con alfileres al pecho
cada vez que te vas de viaje,
como para saber que cualquiera hace click
y ve lo mismo que yo al cerrar los ojos.
Mi vida solo
y solo
la comparto contigo.
Qué es eso
de poner fotos de nosotros siendo felices
en una red virtual
menuda grosería.
Se nos roban el alma
como dicen los indios,
con tanta gente mirando desde la globalización
cómo nos besamos en aquel desierto
donde enterramos papeles con deseos
para ver si se cumplían
¿Tú te acuerdas?.
Los recuerdos, por suerte,
ésos no pueden subirse a Internet.
Por favor no lo hagas más.
No es que tenga el copyright,ni los derechos
es por puro respeto
a esta felicidad de castillo de naipes
que construyo para dos en la tormenta
y que es nuestra solo nuestra solo nuestra
Sabes que el amor es una llama de cerilla,
que tiembla
y siempre amenaza con desaparecer
y a veces sólo yo pongo la mano alrededor
parando el viento
como una cueva de carne esperanzada
que custodia el único fuego que importa,
para que no se extinga para siempre.
Otros prefieren siete mecheros un euro.
Con gas y mecanismos modernos,
y si uno no funciona, pues lo tiro y otro.
Yo no.
Por favor.
Tú eres mi única cerilla.
Te encontré en la calle y si nos apagamos me moriré de tan oscuro.
Para mí es importante.
Te lo ruego.
Que nuestras fotos no se multipliquen por el mundo
tengo miedo de que se dispersen demasiado
y pierdan el color del arcoiris
que formamos juntos
-ése que ojalá pudiera ponerte a las puertas de casa,
cuando sales a la calle y dices “mierda, llueve”-
Mi vida contigo es mi mundo.
De modo que no te lleves nuestra alegría lejos,
a todos esos rincones
a donde ya no llegan las cartas escritas a mano
Cuelga otras cosas, no sé,
chistes, vídeos, citas de cantantes de rock muertos.
Pero no, lo nuestro no: lo nuestro no.
Bastante me cuesta ya
clavarme tu recuerdo con alfileres al pecho
cada vez que te vas de viaje,
como para saber que cualquiera hace click
y ve lo mismo que yo al cerrar los ojos.
viernes, 22 de julio de 2011
Si tienes que irte lejos. David Manzanera
Si tienes que irte lejos
no te preocupes por nada
Yo te espero, en serio:
Yo te espero.
Mantendré mis rutinas como escudo
Para parar el tiempo en ese instante
Y que así me reconozcas cuando vuelvas.
Mis pasos,
mi café,
mi horario diurno
mis ojos en el techo por la noche
mi piel que entre las sábanas te aguarda:
entre todos cuidaremos tu casa.
Es normal que el asfalto de otras calles
de otros tristes lugares sin tus plumas
quieran oler el aire de las olas
que por tu voz se expande cuando hablas;
Que necesiten risas las esquinas
y que quieran tus manos otros pomos
pues sin ti desconocen la ternura.
Tú debes recorrer el mundo entero
para que el mundo entero no se olvide
que la belleza auténtica, la que cuenta
no se acumula en los bancos.
Y que la vida buena, la que importa
Es tan fácil como mirarte a los ojos.
Si tienes que irte lejos no te olvides
que de pie en nuestra torre,
yo alzaré nuestra bandera,
para que desde cualquier nube en la que te halles
veas ondular tu nido, el que dejaste,
el que, en tu breve ausencia –tenlo claro-
Bailará con el viento de los besos
que fuerte soplaré para que vuelvas.
Si tienes que irte lejos cuatro cosas:
Déjate tus zapatos en la entrada
porque yo desde el vacío en que te alzabas
reconstruyo tus alas en el aire.
Llévate en tus bolsillos esta llave
que no te servirá pues yo no cierro
Ni una sola ventana del regreso.
Protégete en el manto de caricias
que con estas palabras te entretejo
cuando arrecie el dolor de verte sola.
Y, sobre todo, sobre todas las cosas
no me escribas jamás en la distancia
-sabré que estarás bien, es tu destino-
si no es para decir siete palabras
Amor, amor, amor Por fin He vuelto.
no te preocupes por nada
Yo te espero, en serio:
Yo te espero.
Mantendré mis rutinas como escudo
Para parar el tiempo en ese instante
Y que así me reconozcas cuando vuelvas.
Mis pasos,
mi café,
mi horario diurno
mis ojos en el techo por la noche
mi piel que entre las sábanas te aguarda:
entre todos cuidaremos tu casa.
Es normal que el asfalto de otras calles
de otros tristes lugares sin tus plumas
quieran oler el aire de las olas
que por tu voz se expande cuando hablas;
Que necesiten risas las esquinas
y que quieran tus manos otros pomos
pues sin ti desconocen la ternura.
Tú debes recorrer el mundo entero
para que el mundo entero no se olvide
que la belleza auténtica, la que cuenta
no se acumula en los bancos.
Y que la vida buena, la que importa
Es tan fácil como mirarte a los ojos.
Si tienes que irte lejos no te olvides
que de pie en nuestra torre,
yo alzaré nuestra bandera,
para que desde cualquier nube en la que te halles
veas ondular tu nido, el que dejaste,
el que, en tu breve ausencia –tenlo claro-
Bailará con el viento de los besos
que fuerte soplaré para que vuelvas.
Si tienes que irte lejos cuatro cosas:
Déjate tus zapatos en la entrada
porque yo desde el vacío en que te alzabas
reconstruyo tus alas en el aire.
Llévate en tus bolsillos esta llave
que no te servirá pues yo no cierro
Ni una sola ventana del regreso.
Protégete en el manto de caricias
que con estas palabras te entretejo
cuando arrecie el dolor de verte sola.
Y, sobre todo, sobre todas las cosas
no me escribas jamás en la distancia
-sabré que estarás bien, es tu destino-
si no es para decir siete palabras
Amor, amor, amor Por fin He vuelto.
viernes, 15 de julio de 2011
Elogio de la amistad. Eduardo Galeano
Primera:
"Los indios de Canadá no conocen la propiedad ni la envidia, cuenta Pouchot, y llaman al dinero serpiente de los franceses.
Consideran ridículo obedecer a un semejante, dice Lafitau. Eligen jefes que no tienen privilegio alguno; y a quien sale mandón lo destituyen. Las mujeres opinan y deciden a la par que los hombres. Los consejos de ancianos y las asambleas públicas tienen la última palabra; pero ninguna palabra humana resuena más fuerte que la voz de los sueños.
Obedecen a los sueños como los cristianos al mandato divino, observa Brébeuf. Los obedecen cada día, porque a través de los sueños habla el alma cada noche; y cuando llega el fin del invierno y se rompen los hielos del mundo, celebran una larga fiesta a los sueños consagrada. Entonces los indios se disfrazan y toda locura está permitida.
Los indios no pueden entender la idea del infierno, Jamás habían oido hablar del castigo eterno, Cuando los cristianos los amenazan con el infierno, los salvajes preguntan: Y en el infierno, ¿estarán mis amigos?"
(de Memoria del fuego, de Eduardo Galeano)
"Los indios de Canadá no conocen la propiedad ni la envidia, cuenta Pouchot, y llaman al dinero serpiente de los franceses.
Consideran ridículo obedecer a un semejante, dice Lafitau. Eligen jefes que no tienen privilegio alguno; y a quien sale mandón lo destituyen. Las mujeres opinan y deciden a la par que los hombres. Los consejos de ancianos y las asambleas públicas tienen la última palabra; pero ninguna palabra humana resuena más fuerte que la voz de los sueños.
Obedecen a los sueños como los cristianos al mandato divino, observa Brébeuf. Los obedecen cada día, porque a través de los sueños habla el alma cada noche; y cuando llega el fin del invierno y se rompen los hielos del mundo, celebran una larga fiesta a los sueños consagrada. Entonces los indios se disfrazan y toda locura está permitida.
Los indios no pueden entender la idea del infierno, Jamás habían oido hablar del castigo eterno, Cuando los cristianos los amenazan con el infierno, los salvajes preguntan: Y en el infierno, ¿estarán mis amigos?"
(de Memoria del fuego, de Eduardo Galeano)
viernes, 8 de julio de 2011
El día que yo muera. Camilo J. Cela.
CAMILO JOSE CELA. (En paz descanse, coño)
Quiero el día que yo muera
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí
espero que se haga así
para salvar una vida.
Si ya no puedo respirar,
que otro respire por mí.
Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.
Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.
La pinga la donaré
y que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.
Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de esos que les gusta el brete.
Eso sería una gran cosa
yo descansando en la fosa
y mi pinga dando fuerte.
Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quien en ocasiones
habla mucha bobería;
mama lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.
El culo no lo donaré
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha transplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.
Quiero el día que yo muera
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí
espero que se haga así
para salvar una vida.
Si ya no puedo respirar,
que otro respire por mí.
Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.
Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.
La pinga la donaré
y que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.
Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de esos que les gusta el brete.
Eso sería una gran cosa
yo descansando en la fosa
y mi pinga dando fuerte.
Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quien en ocasiones
habla mucha bobería;
mama lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.
El culo no lo donaré
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha transplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.
martes, 5 de julio de 2011
De acuerdo. Ana María Rodas
De acuerdo,
soy arrebatada, celosa,
voluble
y llena de lujuria.
¿Qué esperaban?
Que tuviera ojos,
glándulas,
cerebro, treinta y tres años
y que actuara
como el ciprés de un cementerio?
* * *
Hoy he descubierto la belleza
de ser yo misma.
-no,
no fue así;
me lo enseñaste-
Pero al hacerme mujer
al mostrarme que los seres
son tan libres
Comprendí
que libre-yo
y libre-tú
podamos tomarnos de la mano
y realizar la unión sin anularnos.
Por eso me apretujo dentro de mí misma
hasta salir las lágrimas
y en el pelo
se me prende
el sabor salado del olvido.
Algún imbécil dijo
que el poeta es la clave del mundo.
¡Mentira!
A mi sólo me queda encogerme hacia dentro
y esperar
ciegamente
un sonido, una expresión cualquiera
y que alguien
donde quiera que esté
emita una señal diciéndome que existo.
soy arrebatada, celosa,
voluble
y llena de lujuria.
¿Qué esperaban?
Que tuviera ojos,
glándulas,
cerebro, treinta y tres años
y que actuara
como el ciprés de un cementerio?
* * *
Hoy he descubierto la belleza
de ser yo misma.
-no,
no fue así;
me lo enseñaste-
Pero al hacerme mujer
al mostrarme que los seres
son tan libres
Comprendí
que libre-yo
y libre-tú
podamos tomarnos de la mano
y realizar la unión sin anularnos.
Por eso me apretujo dentro de mí misma
hasta salir las lágrimas
y en el pelo
se me prende
el sabor salado del olvido.
Algún imbécil dijo
que el poeta es la clave del mundo.
¡Mentira!
A mi sólo me queda encogerme hacia dentro
y esperar
ciegamente
un sonido, una expresión cualquiera
y que alguien
donde quiera que esté
emita una señal diciéndome que existo.
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